¿Ha aprendido alguna vez algo, sólo para que se le olvide inmediatamente después? Quizá le sorprenda saber que se trata de una experiencia muy común. De hecho, los investigadores han descubierto que hasta el 50% de los recuerdos se olvidan 30 minutos después de aprenderlos.
Este fenómeno se denomina «efecto de desvanecimiento» y puede ser frustrante. Da la sensación de que estamos aprendiendo una cosa, pero que momentos después se nos escapa. Pero hay una forma de evitar este problema: utilizando dispositivos mnemotécnicos, puedes mejorar tu memoria creando recuerdos más duraderos.
¿Por qué ocurre esto tan a menudo? ¿Y qué se puede hacer al respecto? En primer lugar, veamos por qué se olvida…
La cantidad de tiempo que se dedica a aprender algo
No se trata sólo de la cantidad de tiempo dedicado al aprendizaje, sino también de la calidad. Cuanto más centrado esté tu estudio en un tema, mejor lo recordarás.
Cuando aprendes algo de forma concentrada, leyendo o haciendo muchos ejemplos de un tema a la vez, tu cerebro puede almacenar esa información de forma eficiente. Sin embargo, cuando vas saltando de una cosa a otra sin darte el tiempo suficiente para digerir lo que estás aprendiendo o practicar con ello, esto lleva a la confusión y al olvido con el tiempo.
La calidad de tu experiencia de aprendizaje. Si no estás comprometido mientras estudias, es más difícil recordar lo que has aprendido. Si aprendes algo con entusiasmo, es más probable que tu cerebro recuerde esa información.
Tu estilo de aprendizaje y tus conocimientos previos
Una vez que hayas identificado el tema que vas a aprender, es importante que pienses en tu estilo de aprendizaje y en tus conocimientos previos.
Tu estilo de aprendizaje se refiere a cómo prefieres aprender. ¿Te gusta leer? ¿Ver vídeos? ¿Escuchar? ¿O tal vez una combinación de los tres métodos? Tu método preferido de aprendizaje se llama modalidad o preferencia modal. Además de tu modalidad, también es importante tener en cuenta qué tipo de cosas son fácilmente accesibles para esa categoría de información en particular para que sea un recurso eficaz para ti; si eso significa usar un libro o material de vídeo/texto en línea dependerá de si uno de los dos está más disponible para ese tema en particular en comparación con otro (o viceversa).
Además de pensar en la cantidad de conocimientos previos que alguien tiene sobre el tema que está tratando de aprender, es importante no sólo mirar si tienen o no algún conocimiento previo, sino también pensar en lo mucho que ya saben antes de intentar algo nuevo; esto ayudará a evitar que se sientan abrumados por la sobrecarga de información al intentar algo nuevo.
Tus esfuerzos por recuperar la información más adelante
Cuanto más repases, más probabilidades tendrás de retener la información. Cuanto más practiques, más probable será que retengas la información.
La siguiente es una lista de sugerencias que pueden ayudar a mejorar tu capacidad de recordar lo que aprendes:
- Asegúrate de que hay suficiente tiempo para estudiar y repasar antes de un examen o prueba.
- Toma buenos apuntes en clase y repásalos regularmente.
- Cuando estudies para un examen o una prueba, intenta utilizar diferentes métodos de aprendizaje (grabaciones de audio, lectura de libros de texto, conferencias de profesores) para que tu cerebro reciba señales visuales y auditivas para codificar en la memoria las áreas de almacenamiento a largo plazo de tu cerebro llamadas sinapsis (las conexiones entre neuronas). Esto puede significar leer un poco antes de ver vídeos en YouTube, ya que un método mejorará otro método en lugar de depender de un solo tipo; sin embargo, dependiendo de la rapidez o lentitud con la que aprendemos las cosas, a veces esto podría funcionar mejor que otras, así que experimenta con diferentes técnicas hasta que encuentres la que mejor funciona, dependiendo del esfuerzo que requiera cada persona en función de sus preferencias personales.
La fuerza de tu memoria original, que depende de lo que ocurrió cuando la aprendiste
La fuerza del recuerdo original depende de lo que ocurrió cuando lo aprendiste. Esto es un poco como el viejo adagio de que las primeras impresiones son las más importantes. Si aprendes algo de forma emocionante, lo recordarás mejor que si te has aburrido mucho mientras lo aprendías.
Lo mismo ocurre con el esfuerzo que se hace para aprender algo y con el riesgo que se corre al hacerlo (es decir, ¿hice el ridículo? ¿me hice daño?).
Cuantas más cosas hagamos para fortalecer nuestros recuerdos originales -más a menudo los utilizamos- más fuertes se vuelven esos recuerdos y, por tanto, más fácil será acceder a ellos más adelante, cuando realmente los necesitemos (como ahora, por ejemplo).
Cuanto más tiempo le dediques a un mismo tema, menos probabilidades tendrás de olvidar
Esta es una lección muy importante que debes recordar. Cuanto más tiempo dediques a un mismo tema, menos probabilidades tendrás de olvidarlo. Cuanto más tiempo pases aprendiendo algo, más posibilidades tendrás de retener los conocimientos durante más tiempo.
La mejor manera de aprender algo es hacerlo una y otra vez hasta que se convierta en algo natural. Debes asegurarte de que cada vez que utilices tus nuevos conocimientos o habilidades sea en situaciones del mundo real en las que no haya oportunidad de practicar (como hablar delante de otros).
Si nada de esto tiene sentido todavía, no te preocupes. A estas alturas estoy seguro de que todos hemos olvidado todo lo que acabamos de aprender sobre cómo recordar cosas en este artículo…
Como puedes ver, espero que este artículo te haya ayudado a entender por qué olvidas las cosas que aprendes. Si no ha respondido a todas tus preguntas.
¡No dudes en comentar a continuación! Nos encantaría saber de ti y ayudarte en lo que podamos.
Anahi