Estás leyendo esto ahora mismo porque estás intentando aprender algo. Pero el problema es que no puedes aprender nada. No estás solo. Eres uno de los millones de personas que no pueden aprender nada. Hay una buena razón para ello: ¡aprender es difícil! (casi siempre).
Aprender es difícil porque no es divertido. Requiere mucho tiempo y esfuerzo, y a la mayoría de la gente no le gusta eso. Por eso no puedes aprender nada si intentas hacerlo por tu cuenta.
Sé que es frustrante, pero lo superaremos juntos. La buena noticia es que hay formas de evitarlo, y voy a compartirlas contigo aquí.
A veces el cerebro necesita distraerse para aprender algo
Quizás más que cualquier otra habilidad, es importante aprender de diferentes maneras. No basta con leer o escuchar, sino que hay que practicar con la información aprendida.
Puedes aprender observando o haciendo. Puedes ver a otra persona realizar una tarea y luego hacerla tú mismo, o puedes ver a otra persona y luego pedirle que te explique lo que está haciendo para que entiendas cómo funciona antes de intentarlo tú mismo. También puedes intentar hacer algo completamente diferente mientras aprendes algo nuevo; por ejemplo, si estás aprendiendo sobre la coordinación mano-ojo en el trabajo, podrías intentar jugar al tenis en tu tiempo libre.
Si tengo problemas con un aspecto concreto de mi trabajo (como la programación), me tomo un tiempo libre de mi responsabilidad principal (el desarrollo de software) para centrarme exclusivamente en él durante un par de días sin distracciones, hasta que siento que he dominado el concepto que me daba problemas al principio, pero no demasiado tiempo porque, de lo contrario, mi cerebro empezará a aburrirse.
Aprende las habilidades que necesitas
El aprendizaje es una habilidad que se puede aprender, pero hay que encontrar el método adecuado para uno mismo. Algunas personas aprenden mejor leyendo, otras escuchando audiolibros o podcasts. Puede que te guste aprender de los vídeos de Youtube o de tus compañeros en un aula. Incluso puede que prefieras aprender haciendo algo de forma práctica en lugar de sólo escuchar y leer sobre ello.
Si una forma de aprender no te funciona, no te rindas. Prueba otro método hasta que encuentres el que mejor te funcione a ti.
Aprende de los demás. Una de las mejores formas de aprender es observar y escuchar a otras personas. Si tienes la oportunidad de hablar con alguien que sabe lo que hace, aprovéchala. También puedes aprender mucho de los libros y otros recursos que explican cómo funcionan las cosas.
El aprendizaje no debe ser un proceso pasivo
El aprendizaje no debe ser un proceso pasivo. No puedes sentarte y esperar absorber la información por ósmosis. El aprendizaje es un proceso activo que requiere que actúes, te comprometas con el tema en cuestión y te esfuerces. No es algo que ocurra sin que tú hagas nada; se necesita tiempo y esfuerzo por tu parte para que el aprendizaje tenga lugar.
Si quieres aprender a hacer algo, tómate el tiempo para hacerlo. Aprenda haciendo, no viendo o leyendo sobre ello. Es mucho más fácil aprender una nueva habilidad cuando se tiene la oportunidad de practicarla de inmediato en lugar de esperar hasta más tarde cuando no hay necesidad inmediata de ese conocimiento.
Cuando se practica una habilidad, se adquiere experiencia y se amplían los conocimientos de una forma orgánica que tiene sentido.
Tu entorno de aprendizaje puede marcar la diferencia
El entorno es el contexto en el que aprendes y el lugar donde lo haces. Puede ser una gran ayuda, pero también puede estorbar. Es bueno pensar en cómo tu entorno puede ayudar al aprendizaje o dificultarlo.
Piensa en cómo tu entorno puede facilitarte el aprendizaje.
¿Necesitas silencio o hay momentos en los que prefieres algo de ruido de fondo? Si es así, ¿qué tipo de ruido de fondo te conviene más?
¿Tiene tu aula la cantidad adecuada de luz? ¿Es demasiado brillante o demasiado tenue? ¿Puedes ajustar la iluminación si no es adecuada?
Por ejemplo, si estás intentando memorizar un poema de memoria, sentarte en las escaleras traseras de una biblioteca será mucho mejor que sentarte en tu casa en el sofá. Si intentas aprender a tocar un instrumento como la guitarra, practicar con otras personas que también están aprendiendo será más útil que practicar solo.
Si quieres aprender un idioma extranjero, escuchar a personas que lo hablan te será más útil que escuchar a alguien que lee un libro en ese idioma. Si quieres aprender a dibujar o pintar, estudiar con un artista te será más útil que asistir a una clase de arte en la escuela.
El aprendizaje requiere autorreflexión
Cuando uno reflexiona sobre sus acciones, lo primero que se le ocurre es cómo lo está haciendo. Pero ¿qué más podemos aprender de la reflexión?
Lo más importante es aprender sobre nosotros mismos. Al reflexionar sobre nuestras acciones, podemos aprender mucho sobre quiénes somos y cómo funcionamos en el mundo. Esto incluye aprender sobre nuestros gustos/disgustos, lo que nos motiva, lo que nos ayuda a tener éxito o a fracasar en la vida, etc.
Por ejemplo: Si tengo dificultades para aprender algo nuevo en la escuela, suele ser porque a mi cerebro no le gusta nada. En este caso, si realmente quiero entender ese tema, quizá tenga que cambiar mi enfoque o encontrar otra forma de aprenderlo (como ver vídeos).
Encuentra cada día oportunidades para aprender algo nuevo
El aprendizaje es un proceso que dura toda la vida. Nunca se te acabarán las cosas que aprender, así que es importante que encuentres oportunidades cada día para aprender algo nuevo. Ya sea algo tan sencillo como aprender a utilizar una nueva aplicación o descubrir cómo funciona algo desmontándolo, hay innumerables formas de ampliar tus conocimientos y habilidades.
Siente curiosidad por el mundo que te rodea. Sé abierto a nuevas experiencias: prueba cosas nuevas, habla con personas que tengan una formación diferente a la tuya y explora sus perspectivas sobre la vida (¡puede que estas conversaciones te resulten esclarecedoras!).
Si algo despierta tu interés, sigue investigando o haciendo preguntas. Siempre hay más espacio para el crecimiento en nosotros mismos como seres humanos, así que intenta no limitarte pensando que «ya lo sé todo».
A medida que crezcas, recuerda que el conocimiento es poder. Es importante que utilices tus habilidades y tu formación para ayudar a los necesitados. Considera la posibilidad de ser voluntario en una biblioteca o escuela local; busca oportunidades de trabajo en las que puedas utilizar tus conocimientos para ayudar a personas que de otro modo no podrían permitírselo (por ejemplo, trabajando con niños).
Además, no te olvides de ti mismo: tómate tiempo para relajarte y desconectar después de un largo día de trabajo o estudio haciendo algo divertido que te haga feliz, como leer un libro o ver una película con tus amigos.
Recuerda por qué estás aprendiendo algo en primer lugar
Recordar por qué estás aprendiendo algo en primer lugar es un paso importante en el aprendizaje. La primera vez que fui al gimnasio fue porque mis padres querían que perdiera peso. Sin embargo, eso no me importaba, sólo quería ir a jugar al fútbol con mis amigos.
Pero un día me di cuenta de que si quería ser bueno en el fútbol, necesitaría la fuerza y la resistencia que sólo se consiguen con el ejercicio regular. Así que, más adelante, empezamos a centrarnos más en levantar pesas y hacer sprints en lugar de jugar al fútbol todo el día.
Recordar por qué estás aprendiendo algo en primer lugar, puede ayudarte a motivarte para seguir aprendiendo. Si estás tratando de aprender una nueva habilidad o conjunto de conocimientos porque otra persona quiere que lo hagas, entonces podría ser difícil para ellos seguir tu ritmo.
La cuestión es que conocer tu objetivo te ayudará a mantener la motivación cuando los tiempos sean difíciles (que lo serán).
Utiliza los errores como una oportunidad para acercarte a tu objetivo en lugar de alejarte de él
Puede que pienses: esto es genial y todo, pero ¿cómo puedo salir de este bucle de cometer errores constantemente?
El primer paso es reconocer que estás en un bucle y saber que no va a desaparecer hasta que salgas de él. Una vez que te das cuenta de esto, entonces es el momento de analizar qué está causando el problema en primer lugar. Puede que te estés esforzando demasiado o que estés trabajando en algo que no tiene importancia.
Ojalá tuviera una respuesta para ti. Sin embargo, mi mejor consejo para superar la abrumadora sensación de fracaso es aceptar que va a ocurrir (por mucho que intentes no hacerlo) y utilizarlo como una oportunidad para explorar diferentes formas de hacer las cosas en lugar de huir de tu objetivo por miedo.
Aprende a motivarte estableciendo tus propios objetivos
La motivación es importante para aprender. Hay que estar motivado para aprender cualquier cosa, pero es diferente para cada persona. La motivación te ayuda a centrarte en la tarea y a mantenerte concentrado en ella.
Si estás motivado para aprender algo, es más fácil concentrarse en esa cosa que si no lo estás.
Puedes utilizar tu motivación para aprender cualquier cosa como fuente de inspiración. Cuando estás motivado, es más fácil centrarse en la tarea y mantenerse concentrado en ella. Cuando estés aprendiendo algo nuevo, intenta encontrar formas de hacerlo divertido e interesante para ti.
Prueba nuevas formas de aprender y encuentra lo que te funciona
Así que has probado todas estas formas diferentes de aprender y ninguna de ellas te funciona. ¿Cuál es la solución?
Es sencilla: seguir adelante. Sigue probando cosas nuevas y no te rindas. Al final lo descubrirás, pero mientras tanto, la práctica hace la perfección, ¡o al menos ayuda!
Puede ser difícil encontrar tu estilo de aprendizaje cuando hay tantas opciones disponibles hoy en día; pero, por suerte, también hay más información que nunca sobre cómo debemos hacer nuestro día a día para tener éxito en lo que nos proponemos. Internet ha facilitado el acceso como nunca antes (y sí, estoy hablando de este artículo), así que ¡aprovecha esa ventaja mientras dure!
No faltan razones por las que no puedes aprender cosas nuevas, pero también hay muchas formas de solucionarlas. Si te encuentras con que no puedes aprender nada, tómate un momento y piensa por qué. ¿Hay algún hábito o patrón en tu vida que pueda estar interfiriendo? Si es así, intenta cambiarlos por algo nuevo.
Por ejemplo, si las distracciones siempre parecen interponerse en tu camino cuando intentas estudiar o practicar una habilidad, intenta apagar todos los aparatos electrónicos durante una hora cada día. Es posible que disfrutes del tiempo de silencio o que te concentres mejor que nunca.
¡Espero haberte aclarado tu duda!
Anahi